El líder solicitó al pueblo cruceño, que ayer cumplió su séptimo día de paro, que no se canse, pues la movilización debe continuar hasta anular el proceso electoral.
“¡No vamos a aceptar ninguna auditoría... Queremos que se anulen las
elecciones!”. Fue la respuesta que lanzó Luis Fernando Camacho,
presidente del Comité Pro Santa Cruz, luego de que la Organización de
Estados Americanos (OEA) confirmara la llegada de un equipo de técnicos
para iniciar la auditoria al proceso electoral de los comicios generales
del 20 de octubre.
El líder afirmó que la solución para frenar la convulsión, no es la
auditoría, sino anular las elecciones porque “ya está bueno de manosear
el voto”.
Luego Camacho pidió a la población cruceña, que ayer cumplió su
séptima jornada de protestas, no se cansen, pues el paro indefinido debe
continuar hasta conseguir la anulación de las elecciones del 20 de
octubre.
“No vamos a aceptar ninguna auditoría porque ya está bueno de
manosear el voto, ya está bueno de que jueguen con el voto de los
bolivianos”, advirtió y comunicó que el Conade y los comités cívicos
también resolvieron continuar en las calles hasta lograr nuevos
comicios.
Realizar una auditoría fue iniciativa del Gobierno. Mediante nota, el
22 de octubre, invitó a la OEA a realizar el estudio. Ese organismo
aceptó y comunicó que hoy enviará a 30 profesionales en materia
electoral para que auditen el proceso electoral.
Los movilizados, que inicialmente exigían una segunda vuelta,
rechazaron la auditoría y ahora demandan nuevas elecciones con un
nuevo Tribunal Supremo Electoral “imparcial”.
La columna de la X Marcha de los pueblos y naciones indígenas de
Bolivia también exige una convocatoria a nuevas elecciones, previa
renuncia de los miembros del Tribunal Supremo Electoral (TSE), porque
esa entidad es -afirman- cómplice de un “mega fraude” en las Elecciones
Generales del 20 de octubre.
Similar postura asumió la Federación de Trabajadores Fabriles de
Cochabamba, que exige al Gobierno y a las fuerzas políticas llamar a
nuevas elecciones, y que las mismas se realicen con transparencia y con
la intervención de organismos internacionales.
Además, ese sector exige que las elecciones se realicen “con un Órgano Electoral imparcial para que vuelva la paz”.
La población de ocho departamentos, excepto Pando, se moviliza
exigiendo el respeto del voto ante las denuncias de un presunto fraude
electoral tras el corte del sistema TREP.
Con ese antecedente, Camacho advirtió que sólo aceptarán una
nueva elección. “Aquí manda sólo el pueblo, no nos interesa si a un
partido le conviene una cosa u otra cosa. Queremos que se anule, porque
es nuestro voto no de los candidatos y somos nosotros los que vamos a
hacer respetar ese voto”, insistió.
Desde la Casa Grande del Pueblo, representantes de la Conalcam,
integrada por sectores afines al MAS, advirtieron que defenderán los
resultados que favorecen a Morales, y ratificaron que harán marchas
“pacíficas” en todo el país en contra del “golpe de Estado cívico
político”.
En tanto, el gobierno de Canadá aseguró, mediante un comunicado,
que en estas circunstancias no se puede aceptar el resultado de los
comicios de Bolivia, debido a las diferentes denuncias de
irregularidades.
Rebeca Delgado, disidente del MAS, también pide la “anulación de
todo el proceso electoral” y agregó que “ninguna auditoria puede dar
resultados electorales, sea quien sea quien la haga, porque no se pueden
repetir fases electorales, esto en el marco del principio de
preclusión, y porque hay evidencias de delitos”.
Luis Fernando Camacho, cívico
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