Por Carlos Sánchez Berzaín.
La resistencia civil del pueblo boliviano llevó a la renuncia del dictador Evo Morales, inició la transición a la democracia que se ha convertido en un accidentado proceso que presenta a la dictadura como ganadora de las elecciones del próximo 3 de mayo. Casi 14 años de dictadura castrochavista con intervención directa de Cuba y Venezuela en el establecimiento de Bolivia como narcoestado, hicieron crisis con fraude electoral y delitos in fraganti de Evo Morales y su régimen en las elecciones del 20 de octubre de 2019 y produjeron su renuncia el 10 de noviembre. Solo 4 meses después la dictadura está ganando las elecciones y si lo logra el efecto será devastador para Bolivia y las Américas.
La resistencia civil del pueblo boliviano llevó a la renuncia del dictador Evo Morales, inició la transición a la democracia que se ha convertido en un accidentado proceso que presenta a la dictadura como ganadora de las elecciones del próximo 3 de mayo. Casi 14 años de dictadura castrochavista con intervención directa de Cuba y Venezuela en el establecimiento de Bolivia como narcoestado, hicieron crisis con fraude electoral y delitos in fraganti de Evo Morales y su régimen en las elecciones del 20 de octubre de 2019 y produjeron su renuncia el 10 de noviembre. Solo 4 meses después la dictadura está ganando las elecciones y si lo logra el efecto será devastador para Bolivia y las Américas.
La caída del dictador Evo Morales y
el establecimiento de un gobierno interino para iniciar la transición a
la democracia sorprendió a todo el mundo porque fue el resultado de un
proceso auténticamente popular de resistencia civil que fue desnudando a
Morales hasta dejarlo sin gobierno. Desesperado y asustado Evo Morales
renunció sin atender las presiones de su manejador que operaba como
Embajador de Cuba en La Paz. Salió a México desde donde instruyó
personalmente los actos de terrorismo que produjeron las masacres de
Senkata y Sacaba, repitiendo las masacres que el mismo hizo en Senkata
el año 2003 y en Sacaba el año 2001. Ahora radica en Argentina desde
donde conspira y obedece la estrategia castrochavista para Bolivia.
La sucesión constitucional dio a la
senadora Jeanine Añez la función de Presidenta Interina para la
realización de elecciones libres, justas, limpias y para el inicio de un
proceso de transición de la dictadura a la democracia. Las elecciones
pudieron haberse convocado por decreto del Poder Ejecutivo para un plazo
corto como enero o febrero de 2020 (como lo hizo el presidente
Rodríguez el año 2005) pero optaron por la vía de la Asamblea bajo
control de dos tercios de votos de la dictadura. Fue la señal -luego
ampliamente ratificada- de que en Bolivia cayó el dictador pero no la
dictadura. El sistema montado en casi 14 años en el modelo de Cuba y
Venezuela se mantiene intacto.
Con actos terroristas instruidos
por Evo Morales desde México y con la fuerza de movilización criminal de
sus cocaleros del Chapare, de sus movimientos sociales (colectivos) y
la intervención de grupos armados, de las FARC y otros, la dictadura
abrió negociaciones con el gobierno interino. El resultado fue una bien
simulada división del Movimiento al Socialismo (MAS) el instrumento
político de Evo Morales y del narco en Bolivia, que llegó a parecer el
sostén del gobierno interino desde la Asamblea Nacional.
La estrategia que la dictadura
aplica es : 1).- denunciar la renuncia de Morales y el inicio del
retorno a la democracia en Bolivia como un “golpe de estado” movilizando
todo el aparato internacional de castrochavismo en el mundo; 2).-
mantener su dictadura, reteniendo el poder en el sistema judicial,
tribunal constitucional, tribunal supremo de justicia, tribunales
electorales, fiscales, económico y administración; 3).- garantizar
impunidad para Evo Morales y los miembros de su régimen, entregando
algún acusado para simular y reclamar persecución política; 4).-
mantener legalizado el MAS y habilitar como candidatos a todos los
miembros de la dictadura posibles; 5).- dividir el gobierno interino,
multiplicar candidatos para fraccionar las candidaturas, de manera que
la dictadura pueda ganar las elecciones y/o controlar la mayoría en la
Asamblea; 6).- mantener en eficiencia la amenaza de sus fuerzas de
agresión como cocaleros y movimientos para sostener la “zona libre de la
cocaína en el Chapare”; 7).- obtener salvoconductos para sus miembros,
demorar investigaciones, sostener el libre manejo de sus dineros y
recursos.
La estrategia dictatorial funciona.
A 8 semanas de las elecciones el candidato del MAS, un ex ministro de
Evo Morales que debería estar procesado e inhabilitado por cerca de 14
años de corrupción va ganando las elecciones con cerca del 34% de votos.
La próxima maniobra dictatorial consiste en inhabilitar al candidato
Chi Hyun Chung y con ese agregado de votos superar el 40% con ventaja
del 10% sobre el segundo. Los candidatos Carlos Mesa, Jeanine Añez y
Luis Fernando Camacho se disputan el 50% de votos nacionales que han
dividido en porcentajes del 17 al 14% y la campaña electoral es entre
ellos por el segundo y no contra la dictadura ni para ganar la elección
en primera vuelta.
Así las cosas, si
los candidatos Añez, Camacho y Mesa no se unen, cosa que parece poco
probable, la dictadura de Evo Morales que nunca ha dejado el poder,
retomará el gobierno en Bolivia con efectos devastadores que garantizan
la continuidad del narcoestado. Bolivia retornará al castrochavismo
bajo jefatura de Cuba, con Venezuela y Nicaragua y respaldado por
Argentina, México y España. Con Bolivia reintegrada al castrochavismo
con un triunfo electoral, la impunidad, el narcotráfico y la persecución
política estarán garantizadas y las Américas mucho mas amenazadas en el
ataque a Colombia, Chile, Brasil, Uruguay, Ecuador.