Gobierno de Evo controla información, censura y hace callar a voces críticas, según RSF


Bolivia ocupa el puesto 113 de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa en el mundo. Bajó tres puestos comparado con el Informe 2018, por lo que la situación “no es menos alarmante”, señala el informe.

Reporteros Sin Fronteras (RSF), en su reciente informe “Clasificación de RSF: El autoritarismo y la desinformación, los males que deterioran la libertad de prensa en América Latina”, señala que el gobierno del presidente Evo Morales controla la información, censura y hace callar a las voces críticas del país.

En el capítulo “Censura del Estado”, RSF indica que “siguiendo el modelo cubano, el gobierno del presidente Evo Morales, en el poder desde 2006, controla la información, censura y hace callar a las voces más críticas del país, lo que genera una fuerte autocensura entre los periodistas”.

Bolivia ocupa el puesto 113 de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa en el mundo. Bajó tres puestos comparado con el Informe 2018, por lo que la situación “no es menos alarmante”.

¿Cómo está la región?
(Aquí puedes revisar el análisis sobre América Latina)
En su reporte, RSF observa un preocupante deterioro de la situación de la libertad de prensa en América Latina en 2018.
También indica que “las condiciones de trabajo de la prensa empeoraron en la mayoría de los países de la región, donde los periodistas aún padecen a menudo actos de violencia, presiones y la censura del Estado”.

Además señala que el ambiente en que trabajan los periodistas de la región es cada vez más hostil y quienes cubren temas delicados suelen padecer actos de violencia, intimidaciones y presiones de todo tipo.
En 2018, en las elecciones que se realizaron en México, Brasil, Venezuela, Paraguay, Colombia, El Salvador y Cuba se registró un aumento de las agresiones a periodistas.

 La mayoría de ellas fue perpetrada por políticos, funcionarios y militantes partidistas (a través de internet). Estos incidentes contribuyeron a crear un clima generalizado de desconfianza –a veces de odio– hacia la prensa, según el informe.

Censura del Estado y autoritarismo
En el capítulo censura del Estado y autoritarismo, Nicaragua se sumerge: desciende 24 lugares, ubicándose en la posición 114 de la clasificación; el mayor retroceso registrado en el continente. 

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