Ese tipo de regímenes, según la revista británica, tienen elecciones
con “irregularidades sustanciales, que a menudo les impiden ser libres y justas”.
The Economist ubicó a Bolivia en la categoría de “régimen híbrido” en
su estudio anual sobre los sistemas democráticos. En América del Sur,
el país -según el trabajo de esa revista británica- sólo está por encima
de Venezuela, Estado que fue ubicado en el rango “régimen
autoritario”.
La descripción que se hace en el estudio Índice de democracia 2018:
¿Yo también? Participación política, protesta y democracia sobre
“régimen híbrido” es la siguiente: es el cual donde las elecciones
“tienen irregularidades sustanciales que a menudo les impiden ser libres
y justas”, la presión del Gobierno sobre los partidos de oposición y
los candidatos “puede ser común”, la corrupción “tiende a ser
generalizada” y “el Estado de Derecho es débil”.
“Por lo general, hay hostigamiento y presión sobre los periodistas, y
el Poder Judicial no es independiente”, se lee en el informe de The
Economist.
En el portal de ese medio también se incluye una proyección política
respecto al año que comienza, el cual –indica la revista- estará
dominado por los intentos reeleccionistas del Jefe de Estado y el
partido oficialista. “La escena política estará dominada por los
esfuerzos del presidente, Evo Morales, del Movimiento Al Socialismo de
izquierda, para permanecer en el poder después de las elecciones de
2019”, se lee en el sitio.
Los otros países
Uruguay es el único país de América del Sur que está calificado como
“democracia plena”, donde “no sólo las libertades políticas básicas y
las libertades civiles son respetadas, pero que también tienden a estar
respaldados por una cultura política propicia para el florecimiento de
la democracia”.
“El funcionamiento del gobierno es satisfactorio. Los medios son
independientes y diversos. Existe un sistema eficaz de controles y
balances. El Poder Judicial es independiente y las decisiones judiciales
son ejecutadas. Solo hay problemas limitados en el funcionamiento de
las democracias”, se lee en el estudio sobre ese Estado.
Venezuela es el único país de Sudamérica que se ubica en la
categoría “régimen autoritario”. (Nicaragua y Cuba también están en ese
sitial, en el caso de América Central)
La descripción de esa tipología es la siguiente: “Muchos países en
esta categoría son dictaduras abiertas. Pueden existir algunas
instituciones formales de democracia, pero éstas tienen poca sustancia.
Las elecciones, si ocurren, no son libres y justas. No se tienen en
cuenta los abusos y las infracciones de las libertades civiles. Los
medios generalmente son propiedad del Estado o están controlados por
grupos conectados al régimen gobernante. Hay represión de las críticas
al gobierno y la censura generalizada. No hay un Poder Judicial
independiente”.
El resto de los países de Sudamérica se sitúan en la categoría
“democracias imperfectas”, las cuales se caracterizan por que “tienen
elecciones libres y justas e, incluso si hay problemas (como las
infracciones a la libertad de los medios de comunicación), se respetan
las libertades civiles básicas. Sin embargo, existen importantes
debilidades en otros aspectos de la democracia, incluidos los problemas
de gobernabilidad, una cultura política subdesarrollada y bajos niveles
de participación política”.
No es la primera vez que Bolivia se ubica en la categoría
“democracias híbridas”. En la medición del año pasado también se situó
al país en ese rango.
Uruguay y Costa Rica, democracias plenas
La revista británica The Economist, que cada año elabora un índice
sobre el nivel de democracia en los países, situó a Uruguay y Costa
Rica entre los 20 Estados con una democracia más plena.
De acuerdo con este barómetro que la publicación realiza anualmente
con base en factores sobre participación, libertades civiles y
democracias en 167 países, Uruguay obtiene 8,38 puntos sobre 10, un
decimoquinto puesto, como el estado de América Latina con la democracia
plena más avanzada.
Por su parte, Costa Rica, con 8,07 puntos, se coloca en el número 20,
cerrando por abajo el grupo de Estados con mayores garantías
democráticas.
Para realizar este listado, The Economist tiene en cuenta diversas
cuestiones agrupadas en cinco categorías: los procesos electorales y el
pluralismo, el funcionamiento del Gobierno, la participación política,
la cultura política democrática y las libertades civiles.
La categoría de las democracias con plenas garantías solo contiene 20
Estados que representan únicamente el 4,5 % de la población mundial.
Noruega, Islandia y Suecia encabezan la clasificación con
puntuaciones respectivas de 9,87, 9,58 y 9,39 puntos, y dentro de su
grupo se encuentran también Alemania con un 9,22, el Reino Unido con un
8,53 y España con un 8,08. (EFE)
